Más de K. (algo oscuro)

Escribió K., en un tiempo incierto:

"De todos los castigos que me impuso J'bahl -o de las diferentes formas del mismo castigo-, ninguno me produjo tanto sufrimiento, ni me sumió en tan honda desesperación al tomar conciencia de su terrible dimensión, como la prohibición de la celebración del Mlör. No me sirve de consuelo saber -o creer- que ese castigo es en cierto modo un acto perfecto, y por lo tanto hermoso; menos aún el considerar que -según murmuran algunos miserables- estuvo en mis manos la posibilidad de haberlo evitado. Esta última idea es vil, y sólo merece mi indiferencia, pues el desprecio es un lujo que no puedo permitirme."
(...)
"Porque debo decir -no sin una especie de orgullo- que la restricción de las actividades de contemplación y de interrelación sensorial con lo Exterior, que constituyen el solaz de los simples, no me produjo sino una ligera melancolía. Pero cuando la época de las Ceremonias se acerca...cómo se desvanece toda comprensión, qué insensato se me antoja todo.
Vencido, cegado, envilecido por esa horrible agonía, destruiría el Mundo si pudiera."


(Un Apóstol del Optimismo, un verdadero Fundamentalista de la Felicidad.)

¡Buen Fin de Semana!