La verdad, hace calor y no se me ocurre nada (aunque temo que el clima no tenga nada que ver.) Pero mi pereza(*) no me impedirá postear: acudiré a mi amigo Franz K., de cuya atormentada pluma citaré un texto incluído en Cuadernos en Octava que siempre me pareció especialmente destacable.
Nuestras tropas lograron finalmente irrumpir en la ciudad por la puerta meridional (...) Pero no queríamos ser sólo la retaguardia y por eso nos metimos enseguida por algunos estrechos callejones laterales que hasta entonces se habían visto libres de lucha. La puerta de la primera casa voló en astillas al primer golpe de mi pica, e irrumpimos en el pasillo con tal furia que al principio chocamos entre nosotros. Un viejo nos vino al encuentro por un largo corredor vacío. Viejo extraño: tenía alas. Grandes alas desplegadas, cuyos bordes externos superaban su propia estatura.
—Tiene alas —grité a mis camaradas. Y los que estábamos al frente retrocedimos un poco, todo lo que nos lo permitieron los que teníamos a la espalda.
—Ustedes se maravillan —dijo el viejo—, pero todos nosotros tenemos alas, pero no nos han servido de nada y, si pudiésemos nos las arrancaríamos.
—¿Por qué no huyen volando? —pregunté.
—¿Huir volando de nuestra ciudad? ¿Abandonar la patria? ¿Nuestros muertos, nuestros dioses?
(*) Nótese que utilizo el conocido recurso de confesar una falta para ocultar otra mayor: así, hablo de pereza, cuando debería decir insolvencia.
Nuestras tropas lograron finalmente irrumpir en la ciudad por la puerta meridional (...) Pero no queríamos ser sólo la retaguardia y por eso nos metimos enseguida por algunos estrechos callejones laterales que hasta entonces se habían visto libres de lucha. La puerta de la primera casa voló en astillas al primer golpe de mi pica, e irrumpimos en el pasillo con tal furia que al principio chocamos entre nosotros. Un viejo nos vino al encuentro por un largo corredor vacío. Viejo extraño: tenía alas. Grandes alas desplegadas, cuyos bordes externos superaban su propia estatura.
—Tiene alas —grité a mis camaradas. Y los que estábamos al frente retrocedimos un poco, todo lo que nos lo permitieron los que teníamos a la espalda.
—Ustedes se maravillan —dijo el viejo—, pero todos nosotros tenemos alas, pero no nos han servido de nada y, si pudiésemos nos las arrancaríamos.
—¿Por qué no huyen volando? —pregunté.
—¿Huir volando de nuestra ciudad? ¿Abandonar la patria? ¿Nuestros muertos, nuestros dioses?
* * * *
(*) Nótese que utilizo el conocido recurso de confesar una falta para ocultar otra mayor: así, hablo de pereza, cuando debería decir insolvencia.
9 comentarios:
Me parece, caro amigo, que la huída no es buen camino. El hombre cabal enfrenta la situación, analiza los pormenores, traza la solución... que no siempre se alcanza.
Un fortísimo abrazo.
¿Insolvencia? Fraudulenta no es.
Será una insolvencia transitoria. No creo que esté al borde del concurso o la quiebra. :) (chiste)
Tiene alas y es un hombre: el hombre pájaro, que elige defender su patria. Bueno, más o menos como Ud. que se queda a defender su blog.
Que bueno que posteó!!! Se me cumplió el deseo de leerlo.
No se usted, yo estoy con esa fiaca optimista de comienzo de año. Lo mio es eso.
Un beso!!!
Curioso, Señor K, que acuda ud. a Kafka en estos momentos. ¿es Kasualidad? En cualquier caso, buena elección. Siempre es mejor Kafka que Kirshner.
P.D.: me encanta su blog.
muy bueno, por cierto,,,
Caminante:
Bienvenido. No, claro, la huída no es un buen camino. Pero le confieso que si yo tuviera alas, la consideraría. Un abrazo para usted.
Cecilia:
Creo que mi caso no está tipificado en la legislación vigente :P (¿usted es abogada?)
Como le decía a caminante, no tengo alas: yo me quedo porque, ¿a dónde voy a ir?
Y vamos, sea más ambiciosa con sus deseos, jaja.
Beso.
Fodor Lobson:
Bienvenido. Le digo que yo suelo acudir a Kafka muy seguido: las kasualidades no existen, dicen. Y de Néstor mejor no hablemos. Gracias, saludos.
Ge:
Sí, por fin algo bueno acá.
yo las quiero para abanicarme, arranqué comentando en el anterior pero ya hace calor de vuelta, poné algo nuevo porque sino voy a pensar que sos yeta :D
Eeeh, bueno, qué pretende...! estamos en enero, un frescor no le puede durar más de un día...
Aparte, el clima no está bajo mi control (todavía.) :P
Wow! quién pude ateponer la patria y las tradiciones a la posibilidad de volar? Y eso que me considero bastante clásica, eh? pero por un par de alas...no sé, no sé, mejor no digo lo que estaría dispuesta a dar (ten cuidado con lo que deseas, puede convertirse en realidad)
Claro, hay muchas formas de volar...
Saludos, Cuni.
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